Cultura
Una mujer, una panadería y una herencia.
En Soledad...
Una mujer habla sola en su panadería, una panadería que fue como un ancla que le sirvió para sacar a sus hijas adelante después de quedar viuda y aferrarse a la vida, y que al pasar de los años la mantiene en servicio, incluso con su avanzada edad y su cuerpo cansado guarda la esperanza de dársela como herencia a Federico, su nieto; quien desde que era un infante demostró interés en el oficio, sin embargo, Fede, como le llama la abuela, no tiene los mismos planes para su futuro.
Durante el desarrollo de la obra nos muestra a manera de anécdotas cómo fue su transitar en las diferentes etapas de su vida, vemos el tren de pensamiento de esta mujer que oscila entre el pasado y el presente, nos deja ver a la niña - adolescente con esa frescura e inocencia, la mirada curiosa de descubrir la vida y la sorpresas de su pueblo, para luego dar paso a la mujer ya con toda la formalidad de ser esposa y madre, a quién le tocará aprender el oficio de la panadería, tras perder a su esposo en un accidente.
Yo quería...
Una abuela que poco a poco se descubre a sí misma, y cómo sus manos cansadas le dan señales de ese agotamiento, al perder lentamente la fuerza y motricidad, pero se aferra al oficio pues sin él, su moriría de aburrimiento, dice ella. Sin embargo, en diferentes momentos de la escena muestra su fragilidad ante la soledad que encierra en las paredes de su panadería, con la única esperanza de recibir la llamada de Fede y darle la noticia de su herencia, una llamada que tarda en llegar, y cuando llega falla la conectividad del celular que apenas pueden manejar y aumenta la tristeza de la abuela, pues da la impresión que es el único miembro de su familia quien la procura. Recuerda sus deseos, sus anhelos: estudiar, vivir en la ciudad con sus hijas. Sin embargo, aunque pareciera un ambiente desesperado y desolador, la obra tiene sus atisbos de ligereza, y viene acompañada de dichos populares de la región y sobre todo con el pan, las actrices rompen la cuarta pared e interactúan con el público en diversas ocasiones.
La obra, escrita y dirigida por Michelle Guerra ** está diseñada dentro de la línea de teatro de objetos para un formato pequeño y no convencional, ya que está pensada para públicos específicos, cercano al espectador y generar un ambiente íntimo y de complicidad, que junto con la escenografía diseñada y realizada por Edgar Mora logran momentos memorables ya que también juegan dentro de la acción objetos inanimados y las actrices Karelia Amezcua, Nury Sandoval y Aurora Rangel dan vida.
Caracol Colectivo escénico, realizó un total de 12 funciones de Pan de Atardecer en Bachillerato 23, en Suchitlán, Comala; Bachillerato 6 en Tecomán; Bachillerato 21 en Armería; pertenecientes a la Universidad de Colima; en las comunidades de Cofradía de Suchitlán, Comala; Los Tepames, Colima; en Casa de Día del DIF Municipal, Colima; en casas de Asistencia para adultos mayores, Centro geriátrico San Vicente de Paul; Casa de adulto mayor La Armonía, así como también en la Casa de la Cultura de Coquimatlán y el foro del Centro Cultural Salahua en Manzanillo.
Estas funciones fueron realizadas en el marco del Programa Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales (FPCC); emisión 2022; Caracol Colectivo Escénico en colaboración con la Universidad de Colima a través de la Coordinación General de Extensión Universitaria, Agencia f/64, los Ayuntamientos de Colima, Coquimatlán y Manzanillo a través de sus direcciones de Cultura, VideoBit Centro de Producción Audiovisual y Caracol, Artes Escénicas para niñas, niños y jóvenes.
**Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. (SNCA).