Vida cotidiana
Siguiendo la tradición arraigada por generaciones en la cultura mexicana, la Rosca de Reyes de este año no se hizo esperar ni se vio mermada por los efectos de la pandemia ocasionada por el SARS-COV2.
Ni el virus, ni las restricciones a reuniones con más de diez personas, ni la tan golpeada economía de las familias mexicanas impidió que este año se llevara a cabo el corte de la rosca. Tradición que va más allá de creencias religiosas; es el deseo y el gusto de estar en familia para compartir sobre la mesa un pedazo de pan.
Las panaderías en Colima se prepararon con días de antelación. Algunas de ellas, una semana antes habían comenzado a recibir pedidos de su clientela para la compra principal del mero día de Reyes. Tal es el caso de la Panadería Morelos, ubicada en el centro de la capital, que permitió desde muy temprano a la “Agencia f64" documentar en fotografía el tradicional proceso de elaboración. Allí, el maestro panadero Servando Mendoza Enriquez, con 58 años de edad y más de 30 años de oficio; mencionó que esta fecha es una de las mas importantes para el giro, ya que las familias en todo México, sin excepción, hacen por reunirse y compartir un pedazo de rosca y así cerrar el período de fiestas decembrinas, o en palabras llanas, terminar el maratón Guadalupe-Reyes para continuar la carrera gastronómica hasta los “tamalitos” de La Candelaria.
La panadería artesanal Molino32, también ubicada en la zona centro de la Ciudad de Colima, nos permitió conocer y fotografiar la elaboración de su Rosca de Reyes, procesos que casi toca el techo de lo casero. La tahonera Paulina Alejandra Perez, nos explico cómo el año de la pandemia ha sido un periodo difícil en ventas, pero también ve con agrado el ánimo de la gente y el deseo de preservar las tradiciones más arraigadas en México.